Estamos en marzo y el buen tiempo anima así que aprovecharemos la tarde por tierras de Dozon. Salimos por la A – 52 en dirección a Ourense a la altura de Barbantes tomamos la AG – 53 que nos conduce a Dozon, municipio situado en el Camino de Santiago. Situados e Dozon buscamos la PO – 610 que nos conduzca al pueblo de Mosteiro en donde se sitúa lo que queda de una antigua abadía San pedro,
solo queda la iglesia pero es de buena factura y por sus ornamentos debió de tener bastante importancia, recorremos el entorno que esta bien cuidado con cultivos típicos de montaña, la ganadería es aquí la mayor riqueza, también tienen frutales y hortalizas como toda zona rural el terreno bien aprovechado. Seguimos camino para subir a un observatorio privilegiado así que subimos a la Peña de Francia,
llegamos y vemos la planicie de las Terras do Deza. El entorno tiene una capilla de buena factura con una carballeira y fuente de buenas aguas, se celebra romeria el primer domingo de septiembre.
Bajamos a la roca donde se dice que se apareció la Santa, tiene una pequeña imagen y un entorno destrozado por los continuos incendios de un robledal majestuoso solo quedan dos buenos ejemplares pero los mas importantes sucumbieron, esperamos que las gente de Dozon y el contorno de la Peña de Francia se acuerden no solo de la romeria sino también de esa lacra del fuego y lo que el fuego destruyo el pueblo regenere. Con buenas intenciones pero un poco tristes dejamos el lugar y nos dirigimos camino a casa.
Uno pasa cien veces por un lugar y cree que lo conoce, siempre queda algún lugar que por alguna razón nos pasa desapercibido este es el caso de las Salinas de Ulló situadas en Paredes, ayuntamiento de Vilaboa.
Tenemos una tarde con sol y buena temperatura así que subimos a nuestro coche y nos disponemos por la N – 120 al cruce de la N – 550 que nos conduce a Arcade pasamos el puente y a la altura del paso peatonal tomamos un desvío a la izquierda que nos dejara al lado de la ruta. Dejamos el coche y nos dispusimos al paseo, presenta una ruta bien cuidada, disfrutamos del sol y comenzamos el recorrido, a unas docenas de pasos nos encontramos una pareja de cisnes y paramos mientras ellos absortos realizan su parada nupcial,
seguimos paseo y llegamos a la barrera o muro de piedra que delimita y cierra, la marea estaba subiendo y observamos como da la sensación de ser un río que se equivocó y conduce sus aguas tierra dentro,
que genios los ilustrados que hace mas de doscientos años construyeron los molinos de marea.. seguimos camino a las ruinas de lo que fue un edificio noble de piedra bien trabajada que en su día era la granja de las salinas, el abandono es total y se nos ocurre un ciento de ocupaciones para el lugar
seguimos camino y llegamos al punto de comienzo la marea ha subido y lo que antes era un humedal ahora es un lago marino en el que nadan cisnes, gaviotas y azulones así como otras especies que no conocemos.
La tarde se acaba así que salimos dirección a casa pensando en volver mas adelante.
La tarde esta soleada y decidimos aprovecharla en una corta excursión al Castro de San Cibrao de Las “ A Cidade” Lambrica. Salimos por la A – 52 con dirección a Ourense, la dejamos en la salida de Barbantes y seguimos por la N – 541 al cruce de la OU – 041 seguimos esta carretera que nos conduce al castro.
Llegamos, dejamos el coche y nos disponemos a recorrer el lugar, a primera vista no presenta muchas expectativas pero a medida que recorremos el lugar nos fuimos encontrando con una verdadera ciudad amurallada con sus caminos empedrados, sus puertas fortificadas,
las murallas una exterior y otra mas interior perfectamente planificadas como corresponde a una perfecta defensa, dos fuentes de agua y las ruinas de lo que fueron en otro tiempo casas.
Es difícil entender como estos núcleos de población desaparecieron y quedaron prácticamente olvidados y solo el trabajo de los arqueólogos rescata del olvido. La tarde se acaba y ponemos dirección a casa.