Estamos en primavera y el buen tiempo anima a salir de casa. Es domingo y nos proponemos una excursión que yo personalmente tenia interés en realizar, salimos de mañana con dirección a Ourense por la A-52 y seguimos por la N-120 a Quiroga, lugar que ya habíamos visitado de camino a Montefurado, situados en Quiroga seguimos por la N-120 para encontrar el cruce a la altura de Sequeiros que nos conduce a Paradaseca y de aquí seguimos
dirección a Vilamiel buscando el cruce que nos conduce a Cereixido. El recorrido desde Quiroga no es apto para personas con vértigo ya que las laderas son pronunciadas y aunque las carreteras están bien, producen una cierta sensación de inseguridad, el paisaje es montañoso y con las ericas florecidas, para mi son de gran belleza. Situados en Cereixido nos
encontramos un pueblo que sufrió los abatares de la emigración en la mas salvaje de la formas, en su día debió tener cierta importancia hoy las casas están abandonadas y caídas, parece que solo queda una familia aunque nosotros vimos que se estaban restaurando casas suponemos pensando en turismo rural. El entorno del pueblo esta formado por terreno abancalado poblado de castaños que vimos cuidados. Atravesamos el pueblo y llegamos a la iglesia y a la puerta del atrio nos encontramos el motivo de la excursión
un texo magnifico, con tronco acaracochado y copa impresionante, estaba en flor y supongo que es macho.
