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domingo, 28 de febrero de 2010

Os Milagros-Santa Mariña de Augasantas



Salimos de mañana, la idea era dar un paseo e ir al Monasterio de Los Milagros a oír una misa y pasar el día, así que salimos por la A-52 en dirección a Orense y de allí por la OU-536 y la OU-104 a Maceda don de paramos a contemplar la impresionante obra del Castillo, fortaleza que tubo mejores tiempos, seguimos por la OU-103 a Os Milagros en donde paramos, oímos misa en este centro mariano siempre lleno de devotos, buscamos lugar en

donde comer a la sombra y disfrutar del aire puro de este lugar. Descansados decidimos aprovechar la tarde y así nos dirigimos a Baños de Molgas, paramos y nos mojamos las manos en las fuentes de agua caliente junto al río, seguimos camino por la OU-0108 a
Xunqueira de Ambia, hermoso monasterio, no entramos solamente visitamos el entorno y debo decir que para otra excursión entraremos y procuraremos visitarlo con calma, seguimos por la OU-0108 y la A-52 a Allariz y de aquí por la N-525, OU-320, OU-101 a Santa Mariña de Augasantas, la iglesia nos impresiono sus rosetones y sus torres, estaba en obras de restauración, nos dispusimos a recorrer el entorno así que

comenzamos por la fuente, que dicen de aguas milagrosas, al lado de la fuente dos robles el uno seco y el otro de un porte fenomenal, nos alegra saber que están protegidos por el decreto de árboles singulares de Galicia, ciertamente por el entorno y el porte desde luego que es un árbol singular, seguimos a pie por un camino que en su día fue calzada romana y aun conserva el enlosado y los surcos de las ruedas
de carro lo que nos da una idea del uso que en su día tubo, en la fincas colindantes al camino se alternan robles y castaños, algunos suponemos serán mas que centenarios, sus troncos carcomidos por el paso del tiempo forman caracochas. Seguimos el camino y este nos conduce a una ruinas que dicen ser de un antiguo monasterio templario y que comúnmente se
conocen como Os Fornos da
Santa, entramos y semeja una cripta de sepulcros antiguos, el entorno nos produce una sensación de paz, un tanto lejos del mundo. La tarde cae y tenemos que partir así que buscamos la A-52 que nos conducirá a Ponteareas y Cristiñade.

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